Con más de 22 años en Getafe, el Dr. Gómez de Salazar le ofrece unos consejos sobre implantes dentales.
Los implantes funcionan a modo de raíces artificiales para poder apoyar sobre ellos las piezas dentarias ausentes. En principio toda persona que tenga ausencia de alguno o de todos sus dientes es candidata a recibir implantes, sabiendo que existen otras alternativas como prótesis parcial removible, completa removible o fija convencional.
Si una persona desdentada total tiene problemas con sus prótesis completas bien porque sean inestables y le creen problemas a la hora de comer, hablar, reír, besar; o bien por otros motivos como reflejos de náuseas o por una incapacidad psicológica, incluso existiendo la adecuada estabilidad y retención de la dentadura, esta es una indicación para ser portadora de una prótesis sobre implantes, ya sea totalmente fija o una sobredentadura.
Una sobredentadura es una prótesis removible estabilizada por varios implantes.
Otras indicaciones importantes son los desdentados posteriores que no quieran llevar una prótesis «con ganchos» o cuando hay huecos intermedios y aún a pesar de poder llevar algo fijo apoyado en sus dientes no quieran rebajar sus piezas, lo cual sería triste si esas piezas además están intactas.
La primera contraindicación serían unas expectativas poco realistas por parte del paciente; por ello es necesario hacer un estudio serio e informar al paciente de toda la problemática de su caso sabiendo lo que se puede conseguir en el ámbito de estética y de función y las limitaciones que pueda tener.
Antes de colocar los implantes la boca debe de estar saneada, es decir, sin placa ni sarro, con las caries obturadas, sin focos infecciosos, con las mucosas sanas y con la posible enfermedad periodontal o piorrea controlada.
Los pacientes con enfermedades sistémicas graves, con trastornos mentales importantes, los dependientes de drogas (incluyendo aquí a los grandes fumadores y alcohólicos) no deberían de llevar implantes. Con respecto a los fumadores está demostrado que hay más fracasos porque algunos componentes del tabaco alteran la vascularización del hueso y las encías.
En las personas que tengan los maxilares muy reabsorbidos o un hueso de mala calidad, podemos tener dificultades para poder colocar los implantes puesto que estos ocupan un volumen y necesitamos una altura y anchura mínimas. En estos casos puede ser necesario algún injerto.
Hay que tener en cuenta también el tipo de mordida del paciente; a los paciente apretadores o bruxistas (rechinadores nocturnos) pueden hacernos fracasar algún implante por un exceso de carga sobre estos. Es importante pues hacer un diagnóstico previo lo más minucioso posible, analizando todos y cada uno de los parámetros tanto clínicos como funcionales y, por supuesto, estéticos.
El tabaco también es una consideración. Es muy importante que el paciente o bien no sea fumador o que fume menos de 5 cigarrillos al día. El tabaco provoca una disminución del aporte sanguíneo a los tejidos orales, con lo cual disminuye la aportación de oxígeno a dicha zona, poniendo en peligro la osteointegración de los implantes.