La irrigación bucal

Un complemento imprescindible para una buena higiene bucodental

El irrigador bucal eliminando las bacterias de la zona interproximal
El chorro de agua a presión del irrigador pasado por la zona interproximal de dos piezas

¿Sabes qué es el irrigador bucal y para que se utiliza? Es un aparato de higiene bucal, similar a los que utilizan los dentistas en clínica, que aplica un chorro de agua a presión eliminando las bacterias y restos de alimentos de la superficie de nuestros dientes. Es especialmente útil en las zonas de difícil acceso para el cepillo de dientes.

¿Está la irrigación bucal indicada para mí?

La irrigación bucal está indicada para todo tipo de personas, pero siempre como un complemento al cepillado y que nunca podrá sustituirlo. Hay que tener en cuenta que el cepillado elimina un 60% de las bacterias y el irrigador bucal ayuda a eliminar el resto, sobre todo, las situadas en las zonas interproximales (zona entre los dientes), donde un cepillo no puede acceder con facilidad.

Nuestra clínica dental siempre aconseja el irrigador bucal para personas con implantes dentales y/o coronas, ortodoncia, diabetes, periodontales para poder eliminar más fácilmente los restos acumulados en las zonas de difícil acceso.

¿Cómo y cuando utilizar el irrigador bucal?

Siempre después de cepillarse bien los dientes, utilizar el hilo dental y después utilizar el irrigador. Primero hay que elegir la boquilla que mejor se adapte a la fisionomía de tus dientes y dirigir el chorro de agua a presión sobre la encía y los dientes.

Es aconsejable utilizarlo antes de acostarse durante unos dos minutos.

Puede parecer un engorro pero proporciona una gran sensación de frescor y limpieza, y además ayuda mantener tu salud bucodental.

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